Ocurre en 2023, en medio de la enorme violencia política y social, con protestas callejeras diariamente en Lima y en todo el país, y la creciente represión gubernamental. La libertad de prensa ha sido gravemente inhibida, y en sus esfuerzos por transmitir las noticias verdaderas, los periodistas enfrentan actos de peligro cotidianos.
Manuel Quispe Ramos es un joven reportero gráfico de 24 años, recién graduado de la Universidad Nacional de San Marcos hijo de campesinos de una pequeña aldea en la región de Ayacucho.
El deseo de Manuel Quispe de ser un reportero gráfico nació en su infancia, cuando solía sorprenderse con las fotos dramáticas de las revistas y diarios. A pesar de los problemas económicos, su familia campesina tuvo que hacer enormes esfuerzos para costearle sus estudios universitarios en Lima. En 2022, Pedro se graduó con honores y, muy pronto, consiguió su primer trabajo en un diario local.
A principios de 2023, a Manuel se le asignó la tarea de cubrir algunas de las protestas y manifestaciones que se estaban llevando a cabo en Lima como parte de la crisis política. Con sus fotos, documentó la violencia del aparato policial y la intensidad en encontrar a los manifestantes. Sin embargo, su coraje y su incansable determinación por hacer bien su trabajo no le compraron a Pedro, el joven periodista, el anonimato del régimen.
En mayo de 2023, mientras trabajaba en un desfile hacia Plaza San Martín, Pedro documentó el intercambio más violento que se había visto hasta el momento entre la multitud y la policía. Decidido a capturar la realidad, se internó en el caos con su cámara. Más tarde, en la sala de redacción, mientras trabajaba en las fotografías, recibió un mensaje en su teléfono: “Sabemos quién eres y dónde vives. Deja de sacar fotos de lo que no debes, o te arrepentirás”. Pero no se detuvo a pesar de las amenazas.
Una noche de junio, al salir de la redacción, varios hombres con capuchas lo atacaron, le dieron una paliza salvaje y le dijeron que no tendría tanta suerte la próxima vez. Cuando Pedro abrió los ojos, se encontró en el hospital con varias costillas rotas y contusiones en su cuerpo. Sintiéndose amenazado junto con su familia, Pedro decidió irse de regreso a Ayacucho. Pero al regresar a su ciudad, se dio cuenta de que ni siquiera allí estaba a salvo. Los chismes que lo describían como “sobrador” como periodista llegaron a los oídos de los simpatizantes locales del gobierno, las amenazas y el acoso fueron frecuentes e incluso los miembros de su familia comenzaron a recibir amenazas.
Manuel, sin saber qué hacer, finalmente huyó de su ciudad. En agosto de 2023, después de un viaje peligroso y arduo, llegó a la frontera de Estados Unidos y solicitó asilo. Él reportó detalladamente en su solicitud las amenazas, la violencia y la continua represión de la prensa que los periodistas enfrentan en Perú.
Reflexión: La historia de Manuel Quispe no es singular. En un país donde la libertad de prensa siempre es una ocurrencia peligrosa, los periodistas literalmente corren el riesgo de que les disparen por salir a la luz con la verdad. Manuel sólo está haciendo lo que muchas otras personas harían si vieran que su vida y libertad están amenazadas y él ya no tendría más opción que abandonar todo e ir a un lugar donde pueda sentirse seguro y amparado por la ley.
ENTREVISTA
Dame tu nombre, edad, estado civil, nacionalidad
R/ Soy Manuel Quispe Ramos, reportero gráfico, con 24 años de edad, soltero de Perú
¿A qué te dedicabas en tu país antes de salir?
R/ En el 2022 me gradué con honores como reportero gráfico y obtuve inmediatamente trabajo en un importante Periódico local.
¿Por qué decides ingresar a Estados Unidos?
R/ Como reportero gráfico, tenía que cubrir las protestas en Lima durante la crisis política. En mayo de 2023, en la Plaza San Martín, documenté la violencia policial contra los manifestantes. Mi determinación me hizo notar por el régimen. Más tarde, mientras trabajaba en las fotos en la sala de redacción, recibí un mensaje en mi teléfono: ‘Sabemos quién eres y dónde vives. Deja de sacar fotos de lo que no debes, o te arrepentirás’. Seguí trabajando, pero una noche, al salir de la redacción, varios encapuchados me atacaron y me rompieron las costillas. Decidí regresar a Ayacucho, pero las amenazas y el acoso continuaron, incluso mi familia fue amenazada.”
¿Cómo ingresaste a Estados Unidos?
R/ Ante el temor de perder mi vida en agosto del 2023 migro hacia Estados Unidos e ingreso por la frontera de Texas, en un viaje estresante y peligroso. Me entrego a autoridades de inmigración y solicito el asilo, reporto detalladamente las amenazas, la violencia y la continua represión de la prensa que los periodistas enfrentan en Perú.
¿Cómo conoces a Servicios Migratorios Integrales?
R/ Me doy cuenta de Servicios Migratorios Integrales porque buscando con quien asesorarme encontré su página, me llamó la atención y los contacté.
¿Cómo ha sido tu experiencia con Servicios Migratorios Integrales?
R/ Muy buena. Desde el primer contacto fueron claros en explicar cómo sería mi proceso, a ellos debo que hoy tenga mi permiso de trabajo, servicio a la salud y sé que con ellos muy pronto ganaré mi caso.
¿Tuviste contacto con el abogado que se te asignó?
R/ Sí. El abogado me ha brindado confianza y profesionalismo.
¿Recomendarías a Servicios Migratorios Integrales?
R/Sí. De hecho ya he recomendado a Servicios Migratorios Integrales, como la mejor opción legal para inmigrantes, por su excelente equipo profesional y humano que los caracteriza.
Gracias de nuevo Servicios Migratorios Integrales.
